SOL = CUIDADO!!

Tu piel necesita protección a diario ya que hasta el 80% de los rayos perjudiciales UVA y UVB pueden atravesar las nubes más densas. Los rayos UVA son los responsables del envejecimiento prematuro de la piel y dan lugar a las arrugas y a las manchas, así que asegúrate de utilizar siempre un protector solar o tratamiento hidratante con SPF 15 o superior.

 El SPF (factor de protección solar) es la forma de medir la efectividad de un protector solar y la manera en la que te protege de las quemaduras. El número que nos indica es el tiempo de mayor efectividad, hay que tener en cuenta que además del tiempo, cuando estamos expuestos al sol intervienen otros factores que hacen que el factor de protección dure menos tiempo del indicado, nos estamos moviendo continuamente, nos sentamos en la arena y nos llenamos de ella, o vamos a bañarnos y al salir realmente del protector solar apenas quea nada, a cositas como esta me refiero.

El exceso de exposición solar puede provocar la formación de lunares o incluso un cambio de forma y tamaño en los ya existentes. Procura evitar el sol en las horas centrales del día, usa siempre protector solar y presta especial atención a las zonas propensas a los lunares. Y recuerda: si descubres que uno de tus lunares ha cambiado su forma o sus características, acude a tu dermatólogo para una revisión.

Todos los protectores solares traen impresa una fecha de uso preferente de unos 3 años. No debes utilizar tus cremas solares de la temporada anterior si han caducado. Si su color o su textura ha variado es hora de renovarlas. 

La piel de los labios es tan propensa a sufrir daños solares como la del resto del cuerpo. Así que, protégelos de los rayos UVB con un bálsamo formulado con SPF protecto.